En 2016, el municipio entrevistó a los residentes de Steenhouwersgaarde. Nos preguntaron cómo creemos que serán nuestras vidas dentro de 5 años y qué instalaciones creemos que necesitaremos para poder quedarnos en casa de forma segura y cómoda.
A partir de estas entrevistas, el municipio se puso manos a la obra, lo que finalmente desembocó en iZi. Se buscaron voluntarios para fortalecer y construir la comunidad iZi. Inmediatamente indiqué que me gustaría ser parte de esto y comencé a amueblar la experiencia en casa.
Una vez que la casa estuvo lista, decidimos organizar un café por la mañana todos los viernes, donde los visitantes podían acercarse fácilmente para hacer un recorrido por la casa. Esto fue un éxito y todavía disfruto haciéndolo. Como residentes de Steenhouwersgaarde, durante el primer año también se nos permitió probar dispositivos en casa de forma gratuita y compartir nuestras experiencias. Recibí el robot aspirador, el sistema de sensores que me permite controlar mi ritmo cardíaco, sueño y dieta y la puerta espía.
Junto con otros embajadores, también formo parte de Digigroep, que se fundó para enseñar a las personas a utilizar sus teléfonos inteligentes, tabletas, portátiles y otros dispositivos digitales. Este es un buen ejemplo de lo accesible, acogedor y educativo que es iZi, de cara al presente y al futuro.